¿Sabes qué es lo que más duele de un corazón roto?
No ser capaz de recordar lo que sentías antes. Porque si se va,
nunca los recuperas, ¿y qué ocurre entonces?, destrozas el mundo, y todo lo que hay en él.

viernes, 14 de junio de 2013

Dedicarte un verso más está de más.

¿Sabéis cuántas veces he borrado la primera frase de este texto?
Y es cierto que no se como empezar, si en realidad no hay que quiera expresar.
¿Feliz? ¿Triste? No lo sé, podreis llamarme loca, pero no puedo considerarme de ninguna de esas maneras que califican mi estado de animo.
Hoy me he dado cuenta de que la vida es un estereotipo de como la sociedad quiere que seamos. Hoy he empezado a darme cuenta de como las circunstancias nos hacen guiarnos y llevar a cabo unos actos que no nos benefician para nada, que al fin y al cabo nos van a hacer daño.. Y es que... ¿En realidad pensamos en nosotros mismos cuando tomamos una decisión? No... Porque pensamos en mil cosas antes que en nuestra felicidad, y no simplemente en nuestra felicidad, en que es lo que queremos hacer a cada momento.
¿Te digo lo que pienso? Hoy no me importa nada, ni nadie. Desde el primer momento he tenido muy claro lo que quiero, con quien quiero estar y quien quiero que siga en mi vida. Pero también tengo que decir que odio las personas cobardes, esas que tiran la piedra y esconden la mano, regalan momentos y se olvidan de ellos. No soporto que me regalen el oido si nada de lo que me están prometiendo se va a hacer realidad.
Pero las despedidas ya se quedan atrás, ya han aumentado, ya sólo son un número y una forma de alejarse de los problemas cuando aparecen. Me parece ya una forma muy absurda de hacer oidos sordos a las reacciones, al día a día, a tener que enfretarte por algo o tener que dar la cara por alguién.
Puedo decirte que quiero seguir estando para poder pasar muchos momentos a tu lado, pero debo de reconocer que si ahora esto se acaba, no puedo consentir que esto sea mi final.





Y yo ahora te voy a hacer una pregunta...¿Vas a ser feliz?