¿Sabes qué es lo que más duele de un corazón roto?
No ser capaz de recordar lo que sentías antes. Porque si se va,
nunca los recuperas, ¿y qué ocurre entonces?, destrozas el mundo, y todo lo que hay en él.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Una vez más.

Te alejas.. un cuerpo, tu cuerpo, cada vez más pequeño.. Diminuto por momentos, eso es, te alejas.. ¿Y yo? ¿Qué hago? Misma pregunta.. Sin ninguna respuesta.
Misma situación, dos extraños, dos amantes, se querían.. ¿Qué ha pasado?
El silencio.. Maldito silencio. Inunda nuestra vida en los momentos menos adecuados y se marcha cuando menos debe hacerlo. Todos queremos salir, decir que pensamos.. Pero, siempre existe un pero, ¿Qué pasa si aquello que queremos decir daña a la persona que más queremos? No lo piensas, todos tenemos fallos, pero ¿qué pasa si hacemos demasiado daño a la persona que tenemos al lado? No miramos, no sentimos, no pensamos, nunca nos ponemos en el lugar del otro, todos tenemos respuestas, ninguno llevamos razón, pero, ¿qué debemos hacer cuando el orgullo se interpone, cuándo nuestro ego está por encima de cualquier cosa? Y yo me pregunto.. ¿Qué es lo que quieres? ¿Necesitas algo de mi? Y es el momento en el que me alejo, pero no es por ira.. sino por miedo, y dirás.. ¿Miedo.. miedo a qué? Miedo a ti, a que seas tú el que se aleje y te vea desaparecer entre la noche, miedo a que no vuelvas, a que no me hables a que.. sí, eso es, a que te marches.. Entonces es cuando voy andando hacia mi destino y me giro.. inconscientemente, te miro y sí.. vuelves a reirte una vez más.. Es cierto, tú sabes que yo jamás podré desaparecer en la oscuridad como tú lo sabes hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario