¿Y cómo es que he llegado a este límite?
Al
límite de
necesitarte tanto, de
extrañarte, de dolerme tu ausencia. Y es que me he dado cuenta de que no puedo vivir
sin ti, que si no estás aquí a mi lado, me falta el
aire, las ganas de vivir. Y no puedo remediar haberte buscado durante tanto tiempo para ahora tenerte entre mis brazos. No
quería desearte sin que tú te dieras cuenta de que estaba ahí desde hacía mucho tiempo, para ti... Y ya no es cosa del tiempo, ni del destino, es cosa tuya, algo que has ido aumentando todos los días y que sólo
TÚ sabrás como aumentarlo. Son tus
ojos los que me recogen en esa guarida dentro de tu
corazón, que me protegen y me ayudan a salir ilesa de todas las situaciones posibles, y es tu sonrisa la que me alegra, día a día, poquito a poquito y que son tus besos y tus caricias las que me obligan a echarte de menos cuando tú
no estás.
Me he acostumbrado a tu vida, a nuestra vida, a que me mimes y a que seas tan especial como tú sólo sabes ser.
Me he acostumbrado a ti, a cogerte de la mano mientras paseamos y a que me hagas de reir sin parar. Es lo que tiene estar
enamorada, jamás podría odiarte ni tampoco dejar de verte.
Es extraño, incierto, es algo que solamente sentiré yo al pensar que eras casi un sueño imposible, pero, ¿para qué recordar el
pasado si tenemos un
presente y un futuro juntos?
Encontramos el amor en un sitio sin esperanza, y desde entonces, todo me recuerda a ti. Una canción que suena siempre que estamos juntos,
nuestra canción, me hace darme cuenta de que
tu vida, llega a ser completamente
la mia.
Gracias
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